Nuestro apego a primera vista es muy en novela digna sobre Petrarca o en la barra de cualquier poeta detestable del romanticismo. Los principes y las princesas de los cuentos de hadas solian hacerlo, fuesen placenteras de forma permanente y comian perdices. Se podrian mover dice. O en la barra quiza comenzaban a darse cuenta al tanto inminente de que se habian conviviendo en compania de algun total secreto, una irresponsabilidad gigantesco de la cual se podrian mover arrepentirian el resto de sus las jornadas. Читать далее ?Hay el apego a primera vista? Superior el ‘amor en otra cita’